Escleróticos consortes
Está claro que nosotros con nuestra enfermedad tenemos que luchar día a día por superar retos, pero no nos podemos olvidar de los retos que supera también día a día la persona que convive con nosotros, en mi caso mi mujer. Si, yo estoy diagnosticado de la enfermedad pero la enfermedad no me pertenece solo a mí, es una enfermedad que comparte toda la familia, y que sin su ayuda y comprensión no sería capaz ni de lejos de sobrellevar. Está claro que ella tiene que superar también día a día muchos retos, si, sin duda, distintos a los míos, pero también extremadamente difíciles.
Parece una tontería, pero es muy importante que ella me permita sentirme bien o mal en un día concreto, sin ninguna razón aparente, y eso es lo que esta enfermedad hace, un día porque sí, sin ningún motivo, te deja derrumbado completamente, y el que la persona que tienes al lado lo entienda y te apoye no tiene precio, y ella consigue hacerlo. "Tira de mi" cuando yo no soy capaz. A la vez consigue que todos los días tenga ganas y fuerzas, de no quedarme tumbado sin hacer nada, qué es lo que muchos días haría, y consigo hacer que mi cuerpo tenga actividad por poca que sea. Y lo más importante es que me apoya y me permite que un día no haga nada, incluso me recomienda parar algún día. También consigue ocultar preocupaciones, quitarle importancia a la incomprensión de algunos síntomas por parte de los demás, consigue hacerme aceptar que a veces debo renunciar a hacer cosas y ella también, no seguir el mismo ritmo social y laboral que el resto, lidiar con los cambios de carácter que me provoca esta acompañante no invitada (EM). Consigue que no llegue a sentir que pueda llegar a convertirme en una carga.
No podemos pasar por alto que ella también tiene incertidumbre y muchas dudas: “¿Cómo puedo ayudar mejor sin entrometerme?”, “¿Cómo apoyar sin caer en la sobreprotección?”, “¿Cómo podemos explicar a nuestro hijo la situación?”…
La escucha, la comprensión, la comunicación, el apoyo, la unión y la máxima promoción de la autonomía personal, son fundamentales para seguir construyendo y disfrutando juntos.
Las situaciones difíciles, compartidas, pesan menos.
No hay unas instrucciones sobre cómo se tiene que comportar un familiar de un paciente, pero si lo hubiera, podría tener como autor a mi mujer, porque sín tener ningún documento donde apoyarse, creo que ella lo hace como una catedrática especialista en el tema.
Encima, si a mí me da bajón psicológico, ahí está ella para apoyarme. GRACIAS ARANCHA
Escleroticos consortes de Omar Sharaf Ordoñez #np en #SoundCloud
https://soundcloud.com/omar-sharaf-ordonez/escleroticos-consortes
¡Qué grandes esas personas que nos acompañan sin tener en cuenta nuestra enfermedad! Grande, Omar
ResponderEliminarCierto, son tan grandes que ni siquiera podemos decir cuánto lo son. Podemos haber tenido mala suerte al contraer esta enfermedad, pero esa mala suerte que se borra con la gran suerte de haber conocido y tener a nuestro lado a esa persona qué tan grande y feliz nos hace nuestra vida
EliminarTotalmente sincero, y totalmente emotivo. Grande, Omar, por sobrellevar todo esto, y por saber ver, al mismo tiempo, la fuerza y el valor de los "consortes" como bien llamas. En tu caso de Arancha, FELICIDADES también para ella!!
ResponderEliminarSería imposible no verlo y valorarlo
EliminarTe felicito Omar por la suerte de tener una compañera en el camino que te entienda y trate siempre de apoyarte. Porque se trata de un tesoro de valor incalculable. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarEfectivamente es de un valor incalculable. Qué suerte el haber cruzado nuestros caminos en un momento dado. Con ella en mi equipo esta
Eliminaracompañante no invitada tiene la batalla perdida seguro
Que gran verdad!! Gracias ARANCHA! Y al resto de Escleroticos consortes.
ResponderEliminarGracias, ahora tengo que aprender a dar las gracias no solo de palabra.
EliminarGenial Omar... me ha emocionado leer este post... No solamente es al actitud de cada uno de nosotros sino que, la ayuda de nuestras personas más cercanas es fundamental para seguir luchando. Ole ole y ole por Arancha!!!
ResponderEliminarSí, sin duda es con la ayuda de nuestros escleróticos consortes, es como podemos tirar siempre para alante, y tenemos la batalla ganada, sin olvidar a gente como tú que también nos da empujoncitos
EliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar